domingo, 28 de octubre de 2012

    La muerte es sólo un estruendo seguido del silencio absoluto en el bosque. Llega el dolor y la desesperación para el Príncipe del Bosque. Se desploma un ciervo y caen los pilares de la tierra. Su cuerna, ya pelada, se aferra a la faz del Venado. Como caen dos recios robles, así caen sus defensas, y arrastra hojas, ramas y bayas de enebro, y el silencio llega a doler tras el momento de angustia. Copas de pinos infinitos sobre el fornido cuerpo del ciervo, que incluso ahora sigue siendo majestuoso, contemplan la escena de la hermosura y la libertad destruidas en pocos segundos.
    El hombre, un superestúpido superdepredador, en su contienda contra la Naturaleza Ibérica y haciendo jocosa gala de su desagradable fama, destruye, tala, quema, aplasta y ASESINA. El hijo de la gran p**a llega con el hedor de la muerte injusta, arrastra al Príncipe y lo olvida en una callejuela del pueblo, humillando la memoria del Gran Ciervo Salvaje. La berrea, el canto del petirrojo que acababa de llegar de Centroeuropa, el aroma de la foresta mediterránea cuando la lluvia la tapa y la esperanza que le daba la promesa de la perpetuación de su linaje... todo eso se ha borrado, se ha eliminado de la memoria de la montaña para siempre. Alejado de los romeros, de los pinos, los majuelos y las jaras, yace.
    En mi corazón la garra fría del hijo de la gran p**a se ceba, arañándolo y estrujándolo, y el cuerpo del Gran Venado permanece inmóvil, mientras sus ciegos ojos observan eternamente el cielo y se anegan con la lluvia. El cielo y el bosque entero lloran la muerte del Príncipe del Bosque que nunca reinará. Ya nada importa, porque sin pedir permiso ni perdón, el Hombre ha vuelto a acabar con otra vida sana del monte.


martes, 16 de octubre de 2012

¡Que se extingue la Hydrocharis!

    Vaya cambio, ¿eh? De repente, mi blog se volvió blanco, y yo sin decir nada. Es que no puedo estarme quietecico. Pero ahora me gusta más, es más aséptico, ya no distrae e incluso, me atrevería a decir que es más serio, ¿no? Un poquito.
    Cambiando de tema, resulta que se me ha ocurrido montar un estanque en el patio de mi casa. Como no puedo hacer un hoyo en la tierra (más que nada, porque no hay tierra donde cavar), va a constar de un enorme recipiente, tal vez de acero inoxidable o de plástico resistente a cambios de temperatura e insolación. No me gusta el plástico. En definitiva, sería como tener un estanque en el suelo, pero fuera del suelo, con lo cual los animales y los vegetales que deban entrar (excepto las algas, claro está, que aparecen mágicamente, como todo el mundo sabe) han de ser introducidos adrede.
    Así que, revisando libros sobre fauna y flora dulceacuícolas y en Internet, descubrí una planta conocida en castellano como mordisco de rana (Hydrocharis morsus-ranae L.). La distribución de esta planta se extiende por prácticamente toda Europa hasta algunas zonas de Asia en su área original, pues en los años treinta del pasado siglo se introdujo en Canadá, de donde se escaparon a principios del siglo XX del Jardín Botánico de Ottawa) e incluso ha llegado a cubrir parte de la región de los Grandes Lagos, donde se considera invasora, por razones obvias.
    Sin embargo, echando un vistazo a la distribución ibérica del mordisco de rana en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España*, observo dos poblaciones. La primera, más conocida, se encuentra en Doñana. La segunda población, descubierta hace pocos años, está en Lugo; ambas zonas se encuentran en territorios protegidos. Yo no sé si aparte existirá todavía en algún humedal por ahí perdido, pero navegando por la red intentando responder a mis dudas, he descubierto un trabajo que me ha dado bastante que pensar. Publicado en el 2000 en Portugaliae Acta Biologica con el título ¿Se extinguirá Hydrocharis morsus-ranae L. de la Península Ibérica?*, en él se describe la única población conocida (hasta aquel momento), la de Doñana. Pero entonces... ¿la distribución más meridional de esta especie está en Doñana? ¡Correcto!
    En los libros que tengo donde aparece, los ejemplares siempre vienen de lugares donde son relativamente abundantes, Centro Europa, Norte América... Parece mentira que una especie donde en unos lugares cubre metros y metros cuadrados de agua dulce, en otros sitios sea escasa y esté hasta protegida. Deberíamos, pues, estar orgullosos de la gestión ibérica de las aguas continentales (nótese la ironía)...

    La Hydrocharis es una Hydrocharitaceae, una familia que cuenta con cinco géneros y cinco especies (una por cada género). Dentro del género Hydrocharis, la H. morsus-ranae es la única especie europea. Se sabe que hubo otras poblaciones en el centro peninsular y del Oeste, pero yo pienso que antes ocupaba zonas bastante amplias. En España está catalogada como "VULNERABLE", una categoría que debería revisarse, en mi opinión.
    Sus hojas, pequeñas y en forma de corazón, flotantes, parecen las de algún nenúfar. Tienen tallos estoloníferos que no enraizan en la tierra. Sus flores tienen tres pétalos blancos y tres sépalos, las masculinas agrupadas en grupos de dos o tres, las femeninas son solitarias. Cuando encuentran un nuevo espacio donde multiplicarse, lo hacen rápidamente de forma vegetativa. De hecho, en la web del Sea Institute de la Universidad de Wisconsin*, se dice de ella que puede formar un entramado de raíces y tallos tan denso que puede afectar al tráfico de barcos. Se multiplica por reproducción asexual, por separación de unos tallos especiales que acumulan sustancias de reserva y con gran poder de germinación, y por hibernáculos que se desprenden de la planta durante el verano y permanecen en el fondo del estanque durante el invierno. Aun así, cuando las temperaturas son propicias puede llegar a haber reproducción sexual, aunque es rara.
    Imaginaos las amenazas que tiene: desecación de zonas empantanadas y zonas propicias para su reproducción, introducción de especies invasoras como el cangrejo rojo americano, que por cierto, en algunos sitios da buena cuenta de ellas, cambios hidrológicos y cosas por el estilo.
Flores femeninas y hojas flotantes de Hydrocharis morsus-ranae. Foto de lafema.hu.

Flor de Hydrocharis. Extraída de biolib.cz.


 Pues nada, entonces supongo que de momento tendré que contentarme con ranúnculos...



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS (para quien quiera saber más sobre esta humilde planta):

*En el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España: http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/700_tcm7-149483.pdf

*En Portugaliae Acta Biologica: ¿Se extinguirá la Hydrocharis-morsus ranae (L.) de la Península Ibérica? Autores: P. García Murillo, S. Cirujano, L. Medina y A. Sousa.

*University of Wisconsin Sea Institute: European Frog-bit (Hydrocharis morsus-ranae):

sábado, 13 de octubre de 2012

Los majanos tienen ojos

    Existe un majano (es decir, piedras que sobran al labrar la tierra agrupadas a modo de túmulo, muy típicas de La Mancha) donde una familia de mochuelos crió este año. Me gusta mucho ir a verlos despedir el sol al atardecer, mientras sus plumas brillan refulgentes con la ida del astro rey. Además, lo bueno es que se están quietos mucho rato y cambian de posición justo cuando lo necesitas. Si necesitas que te miren, haces un ruido con cualquier cosa y en seguida giran la cabeza para mirarte. Si les pillas desprevenidos, muchas veces se bajan de la piedra más alta y es entonces cuando se convierten en otra piedra más, pero con dos enormes ojos amarillos y relucientes. Son una pasada.
Mochuelicos. Lo de exagerar mucho los bordes del bicho
con tinta china no me disgusta...
Tras haber estado mirándoles prácticamente todo el verano, me entristeció mucho encontrarme hace poco a uno de ellos atropellado en la carretera. No subí la foto porque muchos estaréis cansados de los atropellos, pero me dolió mucho... Pude observarlo detenidamente y comprendí la forma en que están dispuestas sus plumas, como un traje de un príncipe nocturno.

¡¡Tss!! ¡Nenico, mírame, que te vea bien la cara!