jueves, 28 de noviembre de 2013

Sorpresas del fin de semana



Flamborough
     El sábado pasado, fui a la costa de Flamborough. A pesar del viento que el Mar del Norte traía, pudimos contentar nuestras ansias de campo, pues los acantilados de Flamborough ofrecen refugio a diversas especies vegetales y animales interesantes. La vegetación está básicamente compuesta de gramíneas, algunas florecillas como Centaurea nigra y Bellis perennis, tojos, alguna zona de zarzas y poco más. En el cielo, algunos gaviones y gaviotas argénteas, y a lo lejos, sobre la maleza, volando como un fantasma, ¿qué es eso?
TATATACHÁN!!
    El búho campestre (Asio flammeus) sobrevoló el herbazal, dejándonos observarlo con los prismáticos bastante bien, mientras nos hundíamos, literalmente, en el lodo, pues nos habíamos metido en un camino encharcado y aquello no pintaba bien. El camino estaba protegido por un seto de zarzas y espinos que nos protegía de la corriente del aire, y en él se guarecían pequeñas aves como una pequeña tarabilla común (Saxicola torquatus), mirlos y un pájaro que pensamos que podría ser (ilusos, ¡jhá!) un escribano pigmeo, pero resultó ser un escribano palustre (Emberiza schoeniclus) que hacía tonterías con la cola. El vuelo del búho campestre se quedó grabado en mi mente, y no sería despejado hasta el día siguiente.
    Flamborough es un buen lugar en primavera y verano para la observación de aves como el alcatraz atlántico (Morus bassanus), el arao común (Uria aalge), frailecillos atlánticos (Fratercula arctica), etc.
Panorámica de Flambo. 
East Park
   El domingo quedamos con África, de A Bug Blog, y Robert, de I've never killed a pipit. Nos dirigimos a East Park, un gran parque inaugurado en 1887 y con zonas adecuadas para la invernada de gansos, patos y otras aves acuáticas.
OLA K ANSER?
     Me debato entre llamar a este parque Gaviotalandia o Gansolandia, y es probable que acabe llamándolo por el primero, porque las especies más abundantes a primera vista eran las gaviotas. Había tres especies que pude fotografiar desde muy cerca:
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) 
Gaviotas reidoras
Gaviota cana (Larus canus). A esta le tenía ganas.
Gaviota argéntea (Larus argentatus)
    Nos sorprendió ver un martín pescador (Alcedo atthis) pasando a toda velocidad entre unos desnudos arbustos junto al agua. A juzgar por los aspavientos de África y Robert, supongo que no era muy fácil verlo por allí. También andaba por allí uno de mis gansos favoritos: la barnacla canadiense (Branta canadensis), tan fáciles de ver en parques y jardines de todo el Reino Unido.
Barnacla canadiense (Branta canadensis)
Focha común (Fulica atra)
    Finalmente, tras recorrernos medio parque y ver que había unos regatistas en el agua y que no había ningún ave en ella, cuando empezábamos a darnos por vencidos, encontramos dos ejemplares de ambos sexos en una zona apartada. Un pato grande e interesante, según África y Robert, invernante común en East Park. Por lo visto habían visto más hacía unos días, pero esta vez sólo había dos. En España no es abundante y además no cría.
Macho de serreta grande (Mergus merganser)
     En aquella zona, nos encontramos con una polla de agua (Gallinula chloropus) con una curiosa característica: le faltaba una pata entera. Imaginaos el espectáculo. Bueno, no hace falta, porque lo podéis ver aquí:

    Volviendo al aparcamiento, nos encontramos una asamblea de ánsares comunes bastante graciosa y perturbadora a la vez.
...



    Tras el paseo por el parque, unos conocidos y yo nos colamos en los jardines de una especie de convento (Endsleigh Mercy Centre) porque mi amigo pensaba que podríamos ver algún camachuelo común por allí. Si bien no vimos ninguno, encontramos un muro repleto de diferentes especies de helecho: Dryopteris sp., Asplenium scolopendrium y la sorpresa: matas de Polypodium, pienso que P. vulgare, lo cual nos alegró mucho. También crecía por allí una foránea introducida de las regiones montañosas de los Alpes: Pseudofumaria lutea (en la foto, las hojas que se tornan amarillentas).
Polypodium sp.

martes, 26 de noviembre de 2013

Lista de plantas de Isla Grosa (Murcia) con algunas sorpresas

    Como comenté hace unos meses en este mismo blog, en abril pasé diez días en Isla Grosa, Murcia, colaborando con ANSE en anillamientos científicos de aves migratorias. Los resultados de estos anillamientos serían incluidos en el proyecto "Piccole isole" de anillamiento en pequeñas islas del Mediterráneo. Antes de llegar el que escribe, varios voluntarios comenzaron a realizar una lista de las especies de flora que allí se observaron. Al llegar yo, seguimos identificando y fotografiando. En total, 115 especies identificadas y varias sorpresas: pteridófitos como Polypodium cambricum (en una ladera orientada al norte, eso sí, pero con las hojas bastante estropeadas, aunque allí estaba) y algunas especies no citadas todavía en la Región de Murcia. 
Matorral grosero: en primer plano, Lavandula multifida. Detrás, inflorescencias de Ferula communis.
No nos lo podíamos creer, pero allí estaba: Polypodium cambricum en Isla Grosa.
El hemicriptófito Umbilicus gaditanus.
Cynomorium coccinenum brotando del suelo.
Un iberoafricanismo, el oroval (Withania frutescens).
Mesembryanthemum nudiflorum
Lobularia maritima
Reichardia tingitana
Allium subvillosum
Gladiolus illyricus
El endemismo bético-marroquí Lapiedra martinezii.
El nombre de esta bulbosa, descrita en 1816 por el botánico Mariano Lagasca, está dedicado a la
gaditana Doña Josefa Lapiedra Martínez, cuyo interés por la flora andaluza la llevó a descubrir varias especies.


LISTA DE PLANTAS DE ISLA GROSA (MURCIA). Abril de 2013.
  1. Acacia saligna
  2. Adiantum capillus-veneris
  3. Agave americana
  4. Ajuga iva
  5. Allium ampeloprasum
  6. Allium subvillosum
  7. Anagallis arvensis
  8. Arisarum vulgare
  9. Asparagus albus
  10. Asphodelus tenuifolius
  11. Asteriscus maritimus
  12. Astragalus sesameus
  13. Atractylis cancellata
  14. Atriplex glauca
  15. Avena barbata
  16. Ballota hirsuta
  17. Beta macrocarpa
  18. Beta maritima
  19. Brachypodium distachyon
  20. Brachypodium retusum
  21. Bromus fasciculatus
  22. Bromus rigidus
  23. Cakile maritima
  24. Calendula sancta
  25. Carduus bourgeanus
  26. Carichtera annua
  27. Castellia tuberculosa
  28. Chenopodium murale
  29. Cistanche phelypaea
  30. Convolvulus althaeoides
  31. Convolvulus siculus
  32. Crithmum maritimum
  33. Cynomorium coccineum
  34. Dactylis glomerata
  35. Desmazeria rigida
  36. Dipcadi serotinum
  37. Distichosalinum tenuifolium
  38. Echium creticum
  39. Emex spinosa
  40. Erodium malacoides
  41. Eruca vesicaria
  42. Euphorbia exigua
  43. Euphorbia falcata
  44. Euphorbia terracina
  45. Fagonia cretica
  46. Ferula communis
  47. Filago congesta
  48. Filago pyramidata
  49. Frankenia corymbosa
  50. Franckenia hirsuta
  51. Fumaria sp.
  52. Galactites duriaei?
  53. Galium minutulum
  54. Galium verrucosum
  55. Gladiolus illyricus
  56. Gynandriris sisyrinchium
  57. Hedypnois cretica
  58. Herniaria cinerea
  59. Hippocrepis ciliata
  60. Hordeum leporinum
  61. Hyparrhenia sp.
  62. Lamarckia aurea
  63. Lapiedra martinezii
  64. Lavandula multifida
  65. Lavatera mauritanica
  66. Linum strictum
  67. Lobularia maritima
  68. Lolium rigidum
  69. Lycium intricatum
  70. Lygeum spartium
  71. Medicago littoralis
  72. Medicago truncatula
  73. Mercurialis ambigua
  74. Mesembryanthemum nudiflorum
  75. Misopates orontium
  76. Narcissus serotinus
  77. Oxalis pes-caprae
  78. Pallenis spinosa
  79. Papaver hybrida
  80. Parapholis incurva
  81. Parietaria lusitanica
  82. Periploca angustifolia
  83. Phagnalon saxatile
  84. Phalaris sp.
  85. Piptatherum miliaceum
  86. Plantago afra
  87. Plantago coronopus
  88. Plantago lanceolata
  89. Polycarpon tetraphyllum
  90. Polypodium cambricum
  91. Portulaca oleracea
  92. Posidonia oceanica
  93. Reichardia tingitana
  94. Rhodalsine geniculata
  95. Rostraria cristata
  96. Sagina apetala
  97. Salsola kali
  98. Salsola oppositifolia
  99. Schismus barbatus
  100. Scorpiurus sulcatus
  101. Silene nocturna
  102. Silene sclerocarpa
  103. Silene secundiflora
  104. Sisymbrium irio
  105. Sonchus asper
  106. Sonchus tenerrimus
  107. Spergularia diandra
  108. Stellaria media
  109. Stipa capensis
  110. Suaeda vera
  111. Thymelaea hirsuta
  112. Triplachne nitens
  113. Umbilicus gaditanus
  114. Withania frutescens
  115. Zigophyllum fabago
Autores: Nacho Abadía Suanzes-Carpegna, Francisco Alberto García Castellanos, Guillermo García-Saúco Sánchez, Almudena Lerín Martínez, David López Martínez, Noni Ortolano Muñoz. 

Recomiendo: Sánchez Gomez, P. & Guerra Montes, J.: Nueva Flora de Murcia. Plantas vasculares. (La última edición, creo que de 2011, es la más completa). 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Nace ARBA Albacete


    La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) surgió en el año 1986 como una federación de grupos de diferentes lugares de España con representación en Albacete, Cáceres y Madrid. Poco tiempo después, únicamente quedaba el grupo de Madrid. Como su propio nombre indica, ARBA es una asociación que se preocupa por la conservación y extensión de los bosques autóctonos ibéricos. Para los que no la conozcáis, podéis informaros más en su web. Hoy en día, ARBA es una asociación de peso en las sociedades ecologistas, contando con más de 2000 miembros y representación en casi todas las comunidades autónomas españolas.
Las últimas nieves de la primavera en las cumbres de la Sierra del Segura.
    Tras varias semanas de intercambio de correos con algunos miembros de ARBA Madre y pensarlo mucho, hoy puedo decir que ha nacido ARBA Albacete. "ARBAcete" para los amigos.
     Yo soy el coordinador de esta subdivisión de ARBA, para la cual he creado una página en Facebook desde la que me será más fácil anunciar futuras acciones medioambientales, reforestaciones, restauraciones, voluntariados y lo que haga falta para hacer de nuestro territorio un lugar más diverso y rico en biodiversidad. No hace falta ser arbero para participar en nuestras actividades.
El piso arbustivo en un bosque es tan importante como los propios árboles.
En la foto, un enclenque torvisco recibe los primeros rayos de luz primaverales.
Al fondo, uno de los últimos viejos enebros de la Sierra de Chinchilla se inclina lentamente.
Matorral xerófilo en la Sierra de Chinchilla.
Bosque de ribera en la conjunción de los ríos Valdemembra y Júcar.
La encina, madre de los bosques albaceteños.
    Para cualquier interesado en nuestras actividades, podéis entrar en la página de Facebook y contactar por ahí, o si lo preferís, podéis enviar un e-mail a arbaalbacete@gmail.com.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Araucaria araucana en Sewerby Hall and Gardens

    El clima oceánico reinante sobre la isla de Gran Bretaña permite que diversas especies de flora se hayan adaptado en los jardines ingleses. A pesar de lo que muchos ciudadanos ibéricos puedan pensar, las temperaturas de Gran Bretaña no suelen bajar de -10°C en invierno y nunca pasan de 35°C en verano, además, las lluvias abundantes ayudan a que el clima sea más húmedo. Esto permite que especies australes propias de latitudes bastante bajas, como la araucaria o pehuén (Araucaria araucana) de la foto, crezcan tan bien como o incluso mejor que allí de donde vienen. Para que os hagáis una idea de dónde crece exactamente, la araucaria proviene de los bosques subantárticos de Chile y Argentina (Dominio fitogeográfico subantártico > Provincia fitogeográfica subantártica > Distrito fitogeográfico subantártico del pehuén).
Un sexy humano. Detrás, una simple Araucaria araucana de unos 30 m de altura.
Ni con la foto os podríais imaginar el tamaño de este ejemplar.
Ni dos personas con una envergadura alar de 2 m la abarcaban con sus brazos.
    Estas araucarias crecen majestuosas en los jardines de Sewerby Hall and Gardens, en East Yorkshire. Ya he visto ejemplares bastante jóvenes de araucarias en jardines por la calle en Hull, Thwaite, Cottingham, etc. Pero no me esperaba para nada encontrarme con ejemplares con ese porte.
    Los que hayáis estado en Madrid, concretamente en el Paseo del Prado, ya muy cerquita del Museo del Prado, conoceréis los magníficos cedros del Líbano (Cedrus libani) que crecen entre el Museo y la entrada al Real Jardín Botánico. Pues bien, hasta hace unos días, uno de esos cedros me había impresionado tantísimo que hizo que realmente me gustara Madrid. Ese tipo de árboles, tan altos, antiguos y venerables, son los que hacen que yo respete una ciudad, pueblo, etc. Estas araucarias inglesas tan masivas se me han quedado tan grabadas en la retina y en la memoria de mis dedos que me he animado a escribir este post. 
    Ahora viene la parte en que cuento cosas sobre esta especie. Pero primero, una foto bonita que he sacado de la Wikipedia, para poneros en situación.
    Muchos recordaréis paisajes muy parecidos al de la foto por la serie de televisión Caminando entre dinosaurios, de la BBC. Lo cierto es que grabaron varios capítulos aquí, en concreto algunos sobre el jurásico y los del cretácico. Las araucarias pertenecen a un grupo de gimnospermas muy antiguo que ya contaba con representantes en el mesozoico.
    Esta especie encuentra sus condiciones óptimas a más de 800 msnm en el sur de la Cordillera de los Andes y en la Cordillera de la Costa del Pacífico Sur. Le gustan los sustratos arenosos, sobre todo los volcánicos, y son amantes de nieblas y nieves. Los estróbilos femeninos pueden crecer tanto que a veces llegan a romper la rama que los soporta. Esto es bastante peligroso para los humanos (morir de un piñazo de Araucaria araucana duele bastante), así que para evitar disgustos se suelen plantar ejemplares macho.
    En inglés se le llama Monkey puzzle tree porque, en el siglo XIX, un caballero inglés que poseía una de estas joyas en su jardín recibió una visita de un amigo. Al verla, el amigo exclamó algo así como "debe de ser muy difícil para un mono trepar por este árbol". Claramente se refería a lo espinoso e intrincado de sus ramas y hojas. El otro día toqué una rama y el dedo se me quedó ahí enganchado, no he vuelto a por él. 
Detalle de las hojas. Fuente: Wikipedia.
    La araucaria o pehuén es una especie catalogada como En peligro por la UICN, no porque haya pocas, sino porque la diversidad genética de sus poblaciones es bastante baja. Dicen que hay mayor diversidad genética en las araucarias de los jardines europeos que allí de donde son nativas. Supongo que será verdad.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Así no se puede seguir

    Todos sabemos lo que ocurrió en noviembre de 2002. Yo era pequeño pero no idiota, y me acuerdo de las consecuencias. Recuerdo las noticias, reportajes, vídeos y fotografías. La costa gallega se tiñó de negro durante años. Qué os voy a contar que no sepáis ya, sé que tampoco sois idiotas. La censura y la falta de información, y las lagunas sobre el tema que aparecían en los medios informativos me liaban mucho. Yo tenía nueve años y contemplar el mayor desastre ecológico en nuestra historia me llenaba de una mezcla de curiosidad y hostilidad e impotencia. Veía enjambres de gentes vestidas con monos blancos y alcatraces, araos, gaviotas y cormoranes cubiertos de moco negro que me impactaron mucho. Hoy me entero de que se recogieron 23.181 aves (vivas y muertas). Y hoy, también, me entero de que los verdaderos responsables de que esta catástrofe tuviera lugar, los que no gestionaron correctamente viendo que la ola negra se les venía encima, siguen campando a sus anchas, donde deben estar en España, es decir, en el gobierno. 
Imágenes para el olvido
    El sistema judicial español, ya de por sí herido, se encuentra enfermo, tal vez de manera crónica, ya que, como todos sabéis, esto es poco. Al estar fuera de España, todo se ve de manera diferente. Iberia es mi patria, por muy lejos que esté, y su naturaleza forma parte de mí tanto como mi propia familia. La sentencia de impunidad contra los verdaderos culpables ha sido la gota que ha colmado el vaso para que escriba y publique esta entrada. Hoy todos estamos indignados leyendo periódicos y escuchando la radio con este mensaje, pero dentro de una semana, el pueblo español habrá olvidado que la mafia responsable de semejante catástrofe quedó libre sin cargos ni remordimientos de conciencia.
    Llevo días oyendo (más bien, leyendo) noticias en blogs y periódicos sobre otro tema: el lobo ibérico (Canis lupus signatus). No las noticias normales sobre el lobo, el odio que se le tiene en algunos sectores, que si el lobo se ha comido cuatrocientas mil ovejas en un valle perdido de Asturias; no, esas noticias no. Son unas noticias con un matiz diferente. Se nota que se publican fomentando un odio morboso que anima al pueblo español, y sobre todo, a la gente que cohabita con el pobre lobo, a machacarlo y hacerle la vida lo más imposible posible y, por qué no, a extinguirlo. 
    "El lobo mata una oveja y hiere a cuatro en Quinzanas, a cinco kilómetros de Pravia" (La Nueva España). (Imprescindible leer esta noticia y comentarios para darse cuenta del morbo y odio existentes)
    Esto son solo cuatro titulares de diferentes periódicos de este año.  
    Los ganaderos piden control de poblaciones, piden que se les mate, que se les dispare dentro de la Red de Parques Nacionales del territorio español. Discúlpeme Señor Ganadero, pero si deja sus ovejas sueltas en el prau, sin atención, a su bola, y usted se baja tres semanas a Oviedo y vuelve y resulta que están todas muertas y medio devoradas, ¿de quién es la culpa? ¿Lo hizo a propósito? ¿O su evolucionado cerebro, que le dice ser superior al lobo ibérico, no le dio la idea de meterlas al redil antes de marcharse? Si usted invierte el dinero de las subvenciones de la Unión Europea en comprarse un tractor más grande que el del vecino, en un super viaje, en cien cubatas un sábado, en vez de poner una simple valla alrededor de sus ovejas, no es culpa del lobo que las pierda. Acepte su incompetencia como pastor y empiece a obrar, señor. Los diferentes pueblos africanos (sí, con leones, leopardos, guepardos, hienas y cocodrilos en el campo y no lobitos) que han tenido ganado pocas ovejas han perdido gracias a simples vallados de palitos. 
    Los (malos) ganaderos, políticos mayoritarios y otros conservadores se piensan que nosotros, los ecologistas, somos algo así como esto: 
    Se piensan que, para nosotros, el campo es solo un sitio maravilloso, donde no existen ni el frío ni el calor, ni los depredadores ni los rebaños, y además, que no pisamos el monte. "Es que son de ciudad y no saben cómo va todo en el monte", es su argumento. Los ecologistas somos gente conocedora del monte tanto o más que ellos, y muchas veces somos personas interesadas en la ciencia, en comportamientos animales sorprendentes y en relaciones animal-humano. Además, ser ecologistas nos aporta algo de naturalistas (así me autoproclamo yo, pero no todos los ecologistas son naturalistas, ojocuidao). Y ser naturalista conlleva aguantar bajo la lluvia por ver un pájaro raro, congelarse los dedos un anochecer de octubre en cualquier sierra ibérica sólo para observar puestas de sapos, ser atacado, mordido, picado, golpeado por diversas criaturas, soportar escozores de hierbas como las ortigas, golpes de ramas, resbalones, etc. (esto sólo es una pequeña lista). De repente, todo el mundo parece estar en contra de un animal legendario y el pueblo busca la ayuda de los mandatarios para extinguir. A pesar de todo, yo nunca he visto un lobo y espero que no me los sigan matando. Y que no sigan pidiendo su cabeza, señores, que estamos en el siglo XIX.
    Pero vayamos al grano. Yo sé de lo que hablo y no me voy a callar, porque sé que es verdad: aquí lo que importa es el dinero y el estatus social. Hoy en día, quien tiene dinero manda, así de simple y así de fácil. Y si encima mezclamos dinero con incultura, la hemos liado parda no, negra azabache. Y por si fuera poco, si añadimos una pizca de gobierno, ya tenemos el pastel. Si eres rico, inculto y encima mandas, lo tienes todo en este país.
    Lo que Félix Rodríguez de la Fuente consiguió en una España medioambientalmente analfabeta con unos métodos que muchos naturalistas de hoy en día critican, lo hemos deshecho en dos décadas y no nos importa nada. No nos importan ni el destino del lobo ibérico, ni el del lince ni el de los osos, ni el de la costa cantábrica ni el de la mediterránea (a la vista está), y mucho menos el destino de un bosque. El Estado español, tan poderoso hace tiempo, hoy en día parece estar condenado en nadar en su propia suciedad, y lo peor es que parece dar igual. La gente que realmente sabe de qué van los temas de conservación, están relegadas e ignoradas y todo lo que realmente importa en este país se está destrozando, deshaciendo y borrando poco a poco.
    Estoy muy indignado y me duele en el alma la injusticia existente. Solo le deseo a Galicia, al lobo y a toda la naturaleza, una cosa:


Y justicia.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Limacus maculatus

    El clima atlántico favorece las neblinas y lloviznas en los bosques y campos británicos, y la humedad se estanca en los jardines de Hull. Las hojas secas de hayas, castaños de Indias, arces, robles y fresnos se descomponen lentamente en céspedes y vaguadas gracias a la ayuda de las lombrices, los hongos y los microorganismos. Bajo troncos y piedras, gusanos, ciempiés, anfibios y otros variados y viscosos seres se refugian y se preparan para el Invierno. Es el caso de esta preciosa babosa Limacus maculatus que apareció hoy después de comer bajo un enorme bloque de hormigón en un jardín cercano. Es la babosa más grande que he visto en mi vida.
(Thank you Robert for showing me the Key for the Slugs of Britain & Ireland, FSC)
    Limacus maculatus alcanza un tamaño de 13 cm de longitud. Como muchos otros animalillos presentes en las Islas Británicas, es una especie introducida. Es autóctona de los países cercanos al Mar Negro y Cáucaso, pero creo que se ha extendido por bastantes lugares gracias a la jardinería. Las plantas cultivadas en invernaderos con poblaciones de esta especie y que son vendidas a otros países transportan en los cepellones huevos y ejemplares de la babosa, y así empieza todo. Esto me lo acabo de inventar, es un suponer.